“La tranquilidad de El Pardo es inspiradora para escribir”

Con sólo 10 años Natalia de las Olivas Puentes escribió su primer libro. A un profesor no le gustó la madurez de su argumento y se lo rompió. Fue entonces cuando supo que quería ser escritora. Hoy, 14 años después, ha cumplido su sueño con ‘Un golpe de suerte’. No es la primera obra que publica, pero reconoce que es la que más le ha llenado y la que le impulsa a seguir escribiendo.

Hasta aquí ha llegado de la mano de su hermana Esther, la bisnieta de Pedro, el hombre que vendía los hielos en El Pardo. A ella le pide opinión cada vez que termina un capítulo y en ella ha confiado el diseño de la portada de su libro.

ElPardo.net ha hablado con ellas.

• ¿Cuándo empezó a escribir? Empecé a leer con tres años y a los 10 escribí a mano mi primer libro. Trataba de las vivencias de un grupo de amigos. Ya no existe. Me lo rompió un profesor porque decía que, a mi edad, no podía hablar de ciertas cosas.
• ‘Un golpe de suerte’ es su segundo libro. Hábleme del primero. Se titula ‘Y de repente tú’ y lo escribí con 16 años. Ahora tengo 24. Lo autoedité pero pudo habérmelo publicado Planeta. La impaciencia hizo que no esperara su respuesta, después de enviárselo, y firmara rápidamente un contrato con una editorial de autopublicación. La llamada de Planeta llegó cinco minutos más tarde. Querían el libro. Me rompí.
• Tuvo más paciencia después. Sí, con ‘Un golpe de suerte’ esperé un poco más, aunque me costó y casi cometo el mismo error. A punto de hacerlo, me escribió una editorial tradicional para decirme que estaban interesados en publicarlo. “No puede ser. No me lo puedo creer”, me dije.
• Hábleme del argumento del libro. Es de amor. La protagonista nace totalmente de mí y de mi historia, de lo que estoy viviendo en ese momento. Podemos decir que es un poco bastante autobiográfico. Empecé a escribirlo en la peor época de mi vida, tenía una relación tóxica.
• ¿Escribir le ayudó a superar esa etapa? Mucho. Aunque lo escribí rápido, me costó. Necesitaba sacar todo de dentro y me dolía. Fue difícil pero, de alguna manera, tenía que salir a la luz. No obstante, ha sido el libro que más ganas he tenido de sacar y el que me ha impulsado a seguir.
• ¿Qué sintió cuando lo tuvo en sus manos? Lloré como una loca. Lo vi y me dije: “Es mío. Es mi trabajo. Esto soy yo”. Sentí a la Natalia de 10 años, a aquella a la que le rompieron su primer libro y que en ese momento decidió ser escritora. Aquella y la de ahora, la de 24, lo hemos hecho, lo estamos haciendo.
• ¿Ha cerrado alguna firma? Voy a ir a las ferias del libro de Barcelona y de Madrid.  Ahora lo estoy promocionando, mucho por redes sociales.
• ¿Tiene más libros en mente? En febrero publico otro y en verano, una trilogía.

• ¿En quién se apoya a la hora de escribir? En mi hermana Esther. Siempre es la primera en leer mis escritos. Le mando los capítulos cuando los termino, incluso antes de corregirlos. Le consulto todo; si le gusta el nombre de los personajes, si meto tal trama…
• Tanta es la confianza que deposita en ella, que le ha diseñado la portada. Así es. No encontraba ninguna imagen ni foto que me gustara ni me llenase, y se lo comenté. De repente me la pasó y dije: “Esa es”. Desde aquel momento y hasta ahora, es ella quien me hace todas las portadas. Es más, a la editorial le puse esa condición.
• ¿Cuál es su relación con El Pardo? Esther y yo somos hermanas de madre. Su padre, Rafa, es pardeño. Nuestros padres se conocieron y empecé a venir. Después de su separación, continué viniendo para pasar tiempo con él, que es como mi padre, con Esther y con su abuela, que la quiero como tal. (Ella es la hija de Pedro, el hombre que vendía los hielos en El Pardo).
• ¿Qué le gustaba y le gusta hacer en el barrio? He pasado mucho tiempo en el parque y también en las fiestas. Ahora, a las dos nos gusta pasear por el río y sentarnos en los bancos de Pedro´s. Me encanta la naturaleza. Valoro mucho la tranquilidad. La de aquí es inspiradora para escribir.
• HABLAMOS CON ESTHER: ¿Cómo ha sido la experiencia de ayudar a su hermana Natalia? Que ella me permitiera leerlo antes que nadie, hacerle la portada, formar parte de su proyecto, en definitiva, que contara conmigo me ha hecho muy feliz. Estoy muy orgullosa de ella porque ha cumplido su sueño.  

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