El precioso homenaje a Justo y el nostálgico pregón de Carrère inauguraron las fiestas de El Pardo
Cada año, las fiestas de El Pardo quedan inauguradas con el pregón y la entrega de premios del Concurso del Cartel de Fiestas, organizado por ElPardo.net. Pero ayer la tradición cambió y se sumó una bonita iniciativa. Y es que la Asociación Vecinal El Pardo hizo entrega del premio ‘Homenaje a Nuestros Mayores’; un galardón que tiene como fin agradecer a un pardeño, de edad avanzada, la labor realizada en nuestro barrio y su cariño hacia los vecinos.
La elección de la asociación vecinal para la primera edición no pudo ser más acertada. Su Junta Directiva decidió dar el premio a Justo Arroyo, el practicante. Sólo su familia sabía que era él el homenajeado, por lo que nuestro vecino se llevó una gran sorpresa cuando escuchó su nombre en el escenario. Ayudado por sus hijos, yerno y nuera, Justo subió y recogió una placa de manos de Bárbara Mira Fernández, presidenta de la Asociación Vecinal El Pardo.
Muy emocionado, el practicante no quiso pasar la oportunidad de dirigir unas palabras al público. Primero, agradeció el detalle y después, llorando, habló de lo que significaba El Pardo y los pardeños para él y el amor que siente hacia todos. «He sido muy feliz con todos vosotros, os quiero mucho» y «Siempre estáis en el fondo de mi corazón y os tengo a todos presentes y a los que faltan, por desgracia» fueron algunas de sus aplaudidas e improvisadas palabras. (Pinchando aquí puedes ver el vídeo completo).
Hace unos años, ElPardo.net entrevistó a Justo. Nos contó cómo fue su infancia en el entonces pueblo, dónde vivió y cómo ha cambiado el barrio desde entonces. Puedes leer esta interesante entrevista pinchando aquí.
Finalizada su intervención en el escenario, ElPardo.net entregó los premios del Concurso del Cartel de Fiestas. Este año, el ganador ha sido galardonado con una tablet y el finalista, con un libro electrónico.
Desde hace tres meses, nuestro distrito tiene nuevo concejal, Javier Ramírez Caro, quien no quiso perderse el inicio de las fiestas patronales y dirigió unas palabras al público y felicitó a los pardeños. Después, presentó al pregonero; el pardeño Emilio Luis Carrère Madrigal.
Emilio subió al escenario nervioso y emocionado. Comenzó su pregón manifestando la ilusión que le hacía y agradeciendo a la Junta Municipal del distrito, peñas y asociaciones vecinales su esfuerzo a la hora de organizar los festejos. Acto seguido, quiso recordar a sus padres, Pedro Luis Carrère, conocido en El Pardo como don Luis el practicante, y Rosa Madrigal, quien fue profesora de Ciencias Naturales en el colegio de los Padres Capuchinos del Cristo. “Quiero subrayar su amabilidad, su bondad y buen hacer. Eran conocidos por todos los vecinos de El Pardo y para mí han sido el ejemplo a seguir”, manifestó.
El pregonero continuó recordando su niñez, no sin antes subrayando lo mucho que había cambiado nuestro barrio a mejor. “El Pardo ha cambiado mucho. Con la nostalgia de la infancia, al principio piensas que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero no hay duda de que ahora se vive mucho mejor que antes, disponemos de muchos más medios y tenemos oportunidades que antes no podíamos ni imaginar”. De su infancia, Emilio Luis Carrère Madrigal recordó sus juegos en el pino centenario de la Casita del Príncipe y en la secuoya gigante, conocida por ‘La Belintoña’. También, el Citröen del año 1905 de su padre, que era conocido por los vecinos como el ‘ran ran de don Luis’. Y no se olvidó de la llegada en helicóptero del presidente de EE.UU. Eisenhower, en el año 1959. “Fuimos todo el pueblo a la explanada de Mingorrubio, donde está ahora la casa de don Serafín, a verle. Igualito que en la película ‘Bienvenido Míster Marshall’, pero sin vestidos andaluces”, comentó.
El pregonero siguió su repaso histórico e hizo parada en el trabajo de su padre. “Yo nací en el siglo pasado (en 1953), todavía se daba a luz en las casas y mi padre, que hacía las veces de comadrona, ayudó a nacer a muchos de mis amigos. Casi todas las familias eran numerosas. Tenían 4, 5, 6 y más hijos”, señaló. Al hablar de los juegos y prohibiciones, Emilio hizo una comparación que fue muy aplaudida. “Hay que reconocer que se daba una contradicción. Por un lado, todo estaba prohibido y no teníamos muchas cosas, pero teníamos libertad. ¡Qué más puede pedir un niño que tener un pueblo entero como patio de recreo y de aventuras!”, dijo.
Antes de concluir el pregón, Emilio subrayó la importancia que ha tenido y tiene en todos los pardeños los “dos escenarios únicos” de nuestro barrio; el río y el monte. “Todos los chavales tenemos miles de aventuras y anécdotas en estos parajes maravillosos en cualquier época del año y a cualquier hora”. También, echó la vista atrás para hablar de los festejos de años pasados. “La llegada de las fiestas siempre ha sido un acontecimiento que reunía a todo el mundo. Los chavales de todos los barrios participábamos en las actividades. Recuerdo las actividades deportivas, los toros, las veladas de boxeo en la Casa Infantes, la elección de reinas y damas… Como veis, las fiestas eran más o menos como las de ahora. La principal diferencia ha sido la creación de las peñas, que ha fomentado la participación de los vecinos”, señaló.
Antes de despedirse, el pregonero subrayó algo que consideró primordial. “Lo más importante, y lo que no puede cambiar, es el espíritu positivo de los vecinos de reunirse y disfrutar todos juntos. Todo el mundo, los que vivimos en El Pardo y los que se fueron se reservan unos días para tomarse una cerveza o dos, recordar los buenos tiempos y disfrutar con los amigos de siempre, porque El Pardo ha sido y es nuestro pueblo, donde tenemos nuestras raíces”, concluyó Emilio.
Consulta aquí: Programa de Fiestas El Pardo 2019 (del 1 al 8 de septiembre)
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