“En El Pardo hay una luz muy especial que lo hace muy atractivo para los pintores”, Fernando Jiménez García
Después de toda una vida trabajando como arquitecto, Fernando Jiménez García vive inmerso en la pintura desde hace tres años. En este tiempo, ha pintado unos 300 cuadros, de los cuales ha seleccionado 35 para mostrárselos a los pardeños en su exposición ‘Acuarelas’. Hasta el 29 de abril podemos contemplarla en el Centro Sociocultural Alfonso XII de El Pardo.
– ¿Qué podemos ver en su exposición? 35 cuadros en acuarela. Yo trabajo con cuatro temas: naturaleza, arquitectura (que son los más extensos), costumbres y abstracto. Éste es uno de los que más me gusta, aunque no lo he desarrollado tanto como los demás.
– ¿Desde cuándo pinta? Durante toda mi vida la pintura ha sido un hobby. Cuando era pequeño fui a artes y oficios, y durante la formación en arquitectura pinté. Los dos primeros años hay asignaturas de análisis de formas que explican pintura con distintas técnicas. Lo que más me ha gustado siempre ha sido la acuarela, pero es desde hace tres años cuando he podido dedicarme más a ello. Actualmente, doy clases con un profesor de Bellas Artes que ha expuesto en Arco. Me sirve como respaldo y orientación, y para romper un poco lo estricto de la arquitectura; dar un paso a una libertad.
– ¿Por qué solicitó el Centro Sociocultural Alfonso XII de El Pardo para exponer? Este barrio siempre me ha parecido un sitio de lo más atractivo de Madrid, no sólo por la situación sino por el entorno. Todo lo que lo acompaña lo es; el paisaje, la luz… Siempre me ha atraído muchísimo.
– ¿Qué le parece el centro? Muy interesante. Estoy muy contento con el trato del personal que trabaja aquí. En cuanto a las instalaciones, me parece muy atractivo el espacio porque es una zona muy transitada y esto se presta mucho a una exposición. La iluminación está muy bien, ya que hay dos ámbitos de luz: la diáfana y la focalizada. Por otro lado, el recorrido de la sala me parece muy interesante porque, al no ser rectangular o de forma regular, hace del trayecto algo más misterioso y da sentido al propio recorrido de los cuadros.
– ¿Hay algo reflejado de El Pardo en las obras que vemos en la muestra? No concretamente de El Pardo, porque no me centro en un sitio determinado. Me interesa transmitir sensaciones, cosas espontáneas y sueltas, de forma muy libre, incluso abocetado. Me gusta más sugerir que definir. Yo no me centro en un tema, lugar o algo concreto. Hago más hincapié en el colorido, la volumetría, perspectiva, profundidad y, sobre todo y por encima de todo, en las sombras.
– ¿El Pardo es un lugar atractivo para los pintores? Para mí, totalmente. Hay una luz muy nítida y clara, y mucho colorido en el paisaje. Yo me fijo mucho en la luz y en la sombra y creo que hay una luz muy especial. Sin lugar a dudas, es una de las zonas más bonitas que tenemos en Madrid.
– ¿Cuántos cuadros ha pintado? Como acuarelista, a lo largo de los últimos tres años, unos 300.
– ¿Sólo trabaja con acuarela? Hay cuadros en los que utilizo técnica mixta, hago experimentos con otros elementos mezclando, pero la técnica base es la acuarela.
– Usted es arquitecto, ¿su profesión se refleja en los cuadros? ¿Utiliza sus conocimientos a la hora de pintarlos? Sí, el conocimiento y sentido espacial, así como la proporción. Es deformación profesional, me sale inconscientemente. Para la pintura libre me cuesta romper con ello. En algo en lo que me he centrado es en la arquitectura prerrománica y, concretamente, en la mozárabe. He hecho una serie de ello y en esta exposición hay algunos cuadros de la misma.
– ¿Ha convertido la pintura en su profesión? Me lo tomo ya como un medio profesional. El tiempo irá diciendo cómo va transcurriendo todo. La pintura me gusta mucho y para mí es un redescubrimiento de una faceta mía que dejé aparcada y ahora retomo.
– ¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de organizar una exposición y colocar las obras? Un cuadro puede dejar de gustar si está mal colocado. Hay algunos que no tienen lugar en una exposición en concreto. De hecho, me he tenido que llevar tres de ésta porque no tenían su sitio. Es curioso, hay obras que no te gustan mucho pero que, situadas en un punto idóneo, pueden llegar a gustarte más que la que te encantaba. Por otro lado, un marco puede estropear un cuadro o ensalzarlo. A mí me gusta que sea discreto para que la protagonista sea la obra.
– ¿Cómo hay que contemplar un cuadro? La distancia que se tome para verlo ha de ir en función del tamaño. También tiene mucho que ver la intención que se tenga al verlo. Si lo que se quiere es ver la técnica, textura o el cómo se ha elaborado, hay que acercarse.
Más información: Fernando Jiménez García Tel. 676 969 083 http://doezia1.wix.com/acuapint fernandojg.info@yahoo.es Para enterarte de todo lo que pasa referente a El Pardo cada día sigue a ElPardo.net en Facebook y Twitter: