Diversión y alegría en el 30º aniversario de la recuperación de la Romería de San Eugenio de El Pardo
Se celebró ayer, 19 de noviembre, y contó con el pardeño Pablo Manuel Chaves Puch como pregonero
«Todos deberíamos escribir nuestro propio pregón». Esto es lo que recomendó ayer Pablo Manuel Chaves Puch mientras daba el suyo en El Pardo.
El pardeño fue el elegido para dar el discurso que daba por inaugurada la Romería de San Eugenio de 2023. Una tradición que se remonta al siglo XVII y fue recuperada, hace ahora 30 años, por varias asociaciones que tienen como finalidad conservar y fomentar las costumbres madrileñas.
Después de ser presentado por Aure, uno de romeros más veteranos, Pablo se dirigió a los asistentes agradeciendo haber sido elegido como pregonero y confesando que no pudo negarse a tener ese honor. A continuación, recordó el origen de esta celebración y llegó a puntualizar algunos aspectos del recordatorio popular. “He investigado y la reina seguro que no acompañaba al rey cuando este vio a un hombre robando bellotas en el Monte de El Pardo. A ella no le gustaba la caza”, señaló.
El pregonero no se olvidó de las personas y entidades madrileñas que recuperaron la romería, en 1993, y de los pardeños que apoyaron la iniciativa. “Al principio, nos pilló desprevenidos y tuvimos un sentimiento de invasión territorial por no participar. Después, y gracias a la desaparecida Asociación Vecinal San Juan Bautista, al concejal Martín Vela y a vecinos como Araceli, Nieves, Cepi… nos unimos y se fundó la Cofradía de San Eugenio”, recordó. “Encargamos 100 medallas, que se repartieron en un día, buscamos un santo y elegimos la encina donde Pepón, desde entonces, cuelga su imagen junto a un jamón”, añadió.
A continuación, Pablo invitó a los asistentes a acudir a la iglesia de El Pardo para ser testigos de la trifulca ficticia que, cada año, tienen romeros y cofrades. “Os va a sorprender lo que sucede en la puerta. Allí unos y otros discuten por San Eugenio. Los primeros quieren llevarle en romería y los segundos se niegan. Finalmente, aceptan con la condición de que le devuelvan al ponerse el sol”, explicó.
Antes de concluir su pregón, Chaves recordó a todas aquellas personas que disfrutaban de esta tradición pardeña y ya no están entre nosotros. Después, Aure le hizo entrega de un pergamino que le nombra Romero Mayor, un sombrero chambergo y una vara de romero. Asimismo, recibió de manos de su ahijada un chaleco y una faja.
Acto seguido, el concejal de nuestro distrito, José Antonio Martínez Páramo, tomó la palabra y aseguró que no iba a olvidar la jornada. “Es mi primer año y la voy a llevar en mi corazón”, subrayó.
Una vez recogido el santo en la iglesia, tras la trifulca ficticia, romeros y cofrades recorrieron en procesión algunas calles de El Pardo y subieron al encinar cercano al Convento del Cristo. Allí, se ofició una misa al aire libre y se repartieron migas. Finalmente, y antes de que se devolviera a San Eugenio, tal y como se prometió, todos disfrutaron en comunidad de la música de las dulzainas, los bailes y entretenidas charlas.
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