«Presentar mi libro en El Pardo será muy especial. Es la sede de grandes inventores e ingenieros»

El teniente coronel Juan José Crespo Esbert es el autor de ‘El alma del 21’. Una obra sobre el Regimiento de Transmisiones 21, que estuvo ubicado en El Pardo desde su creación, en 1872, hasta 1996, año en el que se trasladó a Marines (Valencia).

Con motivo de su 150 aniversario, el oficial ha querido hacer un homenaje a esta unidad, así como a militares y personal civil que han sido parte de su historia. El libro tiene más de 30 protagonistas a los que, aún habiendo vivido en tres siglos diferentes, les une un vínculo invisible que se descubre al final de la obra. Entre ellos, está el cabo 1º Fernández-Mayoralas, que fue enviado al Sáhara cuando estaba destinado en El Pardo, y el ingeniero y comandante Julio Cervera Baviera, quien creó el primer sistema de telegrafía sin hilo del mundo en el acuartelamiento pardeño.

El teniente coronel Juan José Crespo Esbert presentará ‘El alma del 21’, en El Pardo, el sábado 11 de marzo. Un día que, como nos confiesa en esta entrevista, espera con muchas ganas. «Se lo debo a este barrio. De alguna manera, la historia del Regimiento se lo debe. En El Pardo se realizó la primera transmisión sin hilos de la historia, se planearon los primeros vuelos en globo de España… Ha sido la cuna de las telecomunicaciones militares. Es importante, entre otras cosas, por haber sido la sede de grandes inventores e ingenieros».

• Hábleme de su trayectoria profesional.

Ingresé en la Academia General Militar del Ejército en 1993. Durante estos casi 30 años he ocupado diversos destinos nacionales e internacionales, relacionados con las transmisiones y la inteligencia militar. He desplegado en tres ocasiones en zona de operaciones, en los Balcanes, y, en la actualidad, estoy destinado en el Estado Mayor Internacional del Cuartel General de la OTAN en Bruselas. En todos los destinos por los que he pasado he disfrutado y aprendido mucho, pero el Regimiento de Transmisiones 21, sin duda, ha sido especial. Allí llegué de teniente nada más salir de la Academia, mandando más tarde una compañía ya de capitán y uno de sus batallones como teniente coronel.

• ¿Cómo surgió la idea de escribir el libro? ¿Qué le impulsó a ello?

En enero de 2020 representé al Regimiento de Transmisiones 21 en la conmemoración del Combate de Edchera (1958) que cada año celebra La Legión en Almería. Ese día, descubrí la historia de la Compañía de Transmisiones “expedicionaria” que se envió desde El Pardo hasta el Sáhara a finales de 1957 y, enseguida, sentí que aquello debía ser contado. Me impactó la vida y el ejemplo de un cabo 1º de aquella compañía, Pedro Fernández-Mayoralas, y pensé «¿cuántos más ‘Mayoralas’ desconocidos, cuántos más héroes anónimos tendrá el Regimiento?». Así que, decidí buscar y contar otras vidas sorprendentes -con historias increíbles y emocionantes- que habían quedado ocultas u olvidadas.

• ¿Cómo fue la labor de documentación que llevó a cabo?

El Regimiento de Transmisiones 21 tiene 150 años de vida, por lo que los medios de investigación y documentación para escribir el libro han variado en función de cada protagonista. Para los personajes más antiguos, me he apoyado en sus hojas de servicio, en las hemerotecas, en los diarios de operaciones de las distintas campañas y en diversa documentación oficial de distintos ministerios (Defensa, Cultura y Justicia). La vida de los protagonistas más contemporáneos he podido narrarla gracias a la ayuda de familiares directos con los que contacté. Nunca olvidaré la generosidad de todas estas familias que me ayudaron a poder escribir sobre sus seres queridos.

• Durante la elaboración de su obra, ¿vino al Parque y Centro de Mantenimiento de Material de Transmisiones de El Pardo?

Físicamente no, pero consulté en varias ocasiones la documentación disponible en la página web del Ministerio de Defensa sobre los medios de transmisiones que están expuestos en su museo.

• ¿Cuánto tiempo le llevó escribirlo?

Han sido dos años y medio, desde que ‘descubro’ en enero de 2020 la historia de Mayoralas y su participación en el Combate de Edchera junto a La Legión, hasta que finalizo la obra el 30 de mayo, día de San Fernando, de 2022. A veces pienso que, sin saberlo, durante todos estos años en los que he estado destinado ‘en el 21’, he asistido a muchas conferencias, he tenido la ocasión de escuchar las efemérides cada día en formación, he hablado muchas horas con veteranos de la unidad y de alguna manera ‘El alma del 21’ comenzó a escribirlo un joven teniente que llegó al Regimiento hace 30 años.

• ¿Se ha encontrado con alguna dificultad a la hora de documentarse y redactarlo?

Todos los archivos y hemerotecas a los que he tenido que acceder o consultar por Internet, y no han sido pocos, se han involucrado con el proyecto y me han ayudado mucho. La única espinita que se me ha quedado clavada es no haber podido encontrar la hoja de servicio de Mayoralas, ni ninguna foto suya de buena calidad, tan solo una algo borrosa que llegó a mí gracias a un veterano de El Pardo. Y sobre su pregunta de dificultades a la hora de redactarlo, tengo que decir que ha sido fácil. Cuando me enfrentaba ‘al papel en blanco’ para contar una vida, había habido ya un trabajo previo de investigación pero, sobre todo, ‘de conexión’ con el personaje. He intentado siempre empatizar con él, no solo contar lo que hacía, sino intentar sentir lo mismo.

• Todos los protagonistas de ‘El alma del 21’ han fallecido, ¿por qué razón lo decidió así?

Si nos siguen hablando, si nos siguen emocionando, es porque no han muerto del todo. Además, y ya que hablamos de un Regimiento de Transmisiones, creo que las personas y sus ejemplos de vida pueden transmitirnos muchas cosas aunque ya no estén físicamente entre nosotros.

Compañía expedicionaria en el Sáhara.

• ¿Ha sentido una afinidad especial por algún protagonista? ¿Por qué?

Conocí muy bien a uno de ellos, al comandante Martínez, que murió hace exactamente un año. Fue una gran persona y es el padre de un compañero y amigo muy querido. Tengo un vínculo especial con él. También, escribiendo la historia del sargento Nvé, fallecido en mayo de 2003 en el accidente del Yak-42, he sentido muchas cosas. Aquel día, como capitán, yo estaba destinado en el Regimiento de Transmisiones 21 y, al igual que a todos los militares, aquella jornada se me quedó grabada. Su hija, Paula, en nombre de su familia, me escribió un correo electrónico muy emotivo tras leer el capítulo dedicado a su padre. Nunca olvidaré sus palabras. Solo por esas líneas ha valido la pena escribir el libro. Pero, además, indirectamente y, gracias a sus familiares, he podido conocer también al sargento Martín que murió intentado evitar un atraco en 1981, a la soldado Carrión que falleció en 2021 dándonos un gran ejemplo de valentía ante la enfermedad. Tengo que decir que todos los protagonistas me han hecho sentir algo. Hay generales y soldados, hombres y mujeres, militares de tres siglos distintos. Todos, como decía antes, nos siguen hablando.

• ¿Por qué cree usted que ‘El alma del 21’ toca el corazón del lector?

Muy sencillo. Porque son los propios protagonistas los que hablan al lector. Yo solo hago de ‘portavoz’.

• ¿Cómo está siendo la acogida?

Es increíble los sentimientos que este libro está despertando. Rara es la semana que no contacta conmigo algún lector para decirme que se ha emocionado con un personaje o una historia… Creo, dicho con toda humildad, que hacía falta un libro de militares con historias y personas reales, que pusiera el foco en su aspecto humano. La carrea militar de uno u otro general, los increíbles inventos de los protagonistas ingenieros, los reglamentos, los avances tecnológicos, las dinastías o los bandos… todo eso languidece ante la persona, ante el ser humano. Por eso este libro ‘engancha’.

• ¿Qué relación tiene usted con El Pardo?

Sentimentalmente, ya me siento unido a él. He leído mucho sobre El Pardo documentándome y escribiendo esta obra. No en vano, fue ‘la casa’ del regimiento hasta 1996, año en el que se traslada a la base de Marines (Valencia). Aprovecho su pregunta para comentar que, desde el año pasado, uno de los batallones ‘del 21’ tiene su base en Burgos. Las localidades pueden ir cambiando, pero ‘el alma’ es la misma.

• En marzo vendrá a presentarlo a nuestro barrio. Hábleme del porqué de este interés.

Se lo debo y, de alguna manera, la historia del Regimiento se lo debe. En El Pardo se ha realizado la primera transmisión sin hilos de la historia, se han planeado los primeros vuelos en globo de España, ha sido –en definitiva-
la cuna de las telecomunicaciones militares. Para mí, El Pardo no es solo ya importante por haber sido la sede de grandes inventores e ingenieros. Lo es, sobre todo, porque desde aquí salió el cabo 1º Mayoralas con el resto de la compañía a luchar y morir en una guerra que se ocultaba al pueblo. Como él, miles de soldados se han formado en El Pardo, han desfilado por sus calles, han respirado su aire y han reído y llorado con sus habitantes. El Pardo también forma parte, por derecho propio, de esa alma, el alma del 21.

• ¿Dónde podemos comprarlo?

El libro está en muchas librerías y, si no lo tiene en la suya, siempre puede encargarlo. Otra opción es comprarlo por Internet en cualquier de las páginas de venta de libros on line (en formato físico y electrónico).

• Confírmeme si los beneficios de la venta los donará a Cáritas. Si es así, ¿qué le ha llevado a ello?

Desde hace varios años, soy voluntario de Cáritas Castrense. Colaboro en labores de comunicación y prensa en mi ciudad, Valencia. Ahora, al estar en Bruselas, no puedo dedicarle tanto tiempo, por lo que pensé que podría seguir ayudando cediendo los derechos de autor, cosa que he hecho y que está recogido en los créditos del libro. Siempre se puede ayudar de alguna manera.

• ¿Está trabajando en otra obra o tiene en mente algún proyecto similar?

La tengo en mente, pero aún no estoy trabajando en ninguna otra obra. Quiero disfrutar un poco más de ‘El alma del 21’ y tengo la ilusión de poder presentar la obra en muchas otras ciudades y localidades. Aunque estoy seguro de que la de El Pardo será muy especial. Lo estoy deseando.

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