Hace 88 años el Monte de El Pardo fue testigo de un crimen

por admin · 10/11/2018

Hace 88 años, el 10 de noviembre de 1930, en el Monte de El Pardo tuvo lugar un triste suceso: el asesinato de un guarda llamado Victoriano Palacios.

Cuando sucedieron los hechos, la víctima era celador de guardas y llevaba 25 años trabajando en el monte; primero como guarda a pie y luego, a caballo.

Del triste suceso se hicieron eco dos importantes periódicos de aquella época: El Sol y El Imparcial. El primero con el titular ‘Mata a un guarda de El Pardo y se suicida’ y el segundo con ‘Un cazador furtivo mata a un guarda y se suicida’.

Además del propio asesinato, quizá lo más triste fue cómo se descubrió el cadáver. Y es que le tocó el mal trago a su propio hijo, tal y como informaba El Sol. “Atanasio Palacios, de veintiún años, […] descubrió en el camino un reguero de sangre y, sospechando que pudiera ser de alguna res herida, siguió el camino que marcaban las gotas de sangre […]. Encontró en el suelo el cadáver de un hombre, que resultó ser su padre”.

Victoriano, junto a su hijo Atanasio, años antes del suceso en su casa de Navachescas.

Las investigaciones de la Guardia Civil de Las Rozas permitieron esclarecer los hechos horas después. Victoriano Palacios fue disparado a la altura del corazón por Francisco Riaza, un joven conocido por sus actos delictivos. “Un sujeto, manco y concorvado, soltero, de treinta y seis años de edad”, informaba El Sol. Parece ser que el guarda sorprendió a su asesino robando en el Monte de El Pardo varios conejos. Tras sorprenderle, éste se refugió en la casa de su huerta y desde una ventana disparó a Victoriano. Inmediatamente después, el furtivo hizo lo mismo en su sien izquierda. “[…] descubriendo no lejos del lugar en que apareció el cadáver de Victoriano una casita de pobre aspecto […] las autoridades penetraron en la casa encontrándose el cadáver del inquilino, con una historia plagada de cuentas con la justicia […] con una extensísima herida […] En la misma habitación, había varios conejos recién muertos y que quizá fueran la causa del trágico suceso […]”.