La doctora Marta de Mingorrubio, una pregonera con alma de trovador

La médico fue la encargada de inaugurar las fiestas de San Juan con un original pregón convertido en poesía de la Edad Media

La doctora Marta García Cuadros pasó consulta por primera vez en Mingorrubio hace 13 años. Desde entonces, ha hecho algo más que atender los problemas de salud de los vecinos. Ha auscultado sus corazones al tiempo que se hacía hueco en el de cada uno de ellos. El cariño que la colonia siente hacia ella les ha llevado a nombrarla pregonera de sus fiestas en 2024.

Ayer, ella no era quien observaba a los mingorrubianos para darles un diagnóstico. Eran ellos quienes la ‘exploraban’ con atención.

Marta subió al escenario, se colocó delante del atril, sacó un pergamino y se convirtió en trovador. Y es que, como si de un poeta de la Edad Media se tratase, la doctora se dirigió a todos con un pregón convertido en poesía trovadoresca. Su estribillo fue «en Mingorrubio hay de todo, aquí no falta de nada» y, entre estrofa y estrofa, fue haciendo un repaso de la historia, la gente y las calles de la colonia de El Pardo.

Así, la pregonera recordó cuando llegó a lo que ella llamó “villa principesca” y lo que la asociaciones vecinales han conseguido en los últimos años; arreglar la rampa que da acceso al consultorio médico, instalar un desfibrilador… Habló de las mujeres más mayores como «damas veteranas» y, con un simpático tono, aplaudió su costumbre de «jugar al bingo y degustar chocolatada».

A los hombres se dirigió como «batallón veterano de mayores luchadores, muy sabios y disfrutones, curtidos en mil batallas en muy duras situaciones. Con su eterna sonrisa joven, su cariño y su dulzura son un bálsamo antiestrés».

La doctora Marta García Cuadros, pregonera de las fiestas de Mingorrubio 2024.

Mientras iba enumerando las calles de la colonia; Almenas, Garita, Fortín, Muralla… la doctora comparó vivir allí con los documentales de National Geographic y habló del monte y la calma, “que Mingorrubio regala y es alimento del alma”.

A continuación, recordó a las familias que fundaron la colonia y destacó el acogimiento con el que se recibe a los recién llegados. También, citó los diferentes perfiles y profesiones de cada uno. “Profesores, estudiantes, trabajadores sociales, militares retirados, una valiente dama que enseña a presos en la cárcel, una cantante de ópera, médicos, enfermeras, empresarios, cuidadoras, fans de Harry Potter…”, enumeró.

No se olvidó de don Serafín, al que llamó “súper héroe, que cuida a todos con auténtico heroísmo”, haciendo de nuevo alusión al nombre de las calles. Destacó de él su sonrisa y buen humor, con los que “combate toda fatiga. Yo quisiera saber – añadió – qué narices desayuna”. Se dirigió a él dándole las gracias por su ayuda y a Pili describiéndola como “gentil dama y súper woman, que siempre ayuda en la sombra sin quererse hacer notar”.  

La plaza de Mingorrubio estaba repleta de gente, que escuchaba atentamente el pregón.

El Colegio San Francisco y la Guardia Real también fueron mencionados en su pregón. Continuando con su tono de trovador, la doctora Marta recordó cuando esta última ayudó en Mingorrubio durante los días en los que la colonia quedó aislada por la borrasca Filomena. “Gracias a los guardias reales, los vecinos tuvieron atención sanitaria durante esos días aciagos. A ellos y a don Serafín, que fue mediador, gracias por tal gallardía desde nuestro corazón. Esto es algo bueno a recordar para siempre”.

La pregonera hizo mención de los dos restaurantes de la colonia como “lugares de reunión oficial” e hizo reír a carcajadas al público con una ocurrente frase continuando con el tono trovaderesco. “Allí el buche podréis llenar, mas no os paséis os lo pido, pues sino las consecuencias a mí me harán trabajar”.

Antes de concluir su pregón, la doctora Marta recordó lo que sintió al pisar por primera vez Mingorrubio. “Del sitio me enamoré y del calor de su gente. Los mayores eran más y me acompañan para siempre”. Después, dio las gracias a los vecinos por la confianza que depositan en ella a diario. “Al poco tiempo de llegar, intuí que aquí aprendería yo mucho de mis valientes pacientes, de Mingorrubio y su gente. Sé que cuando me jubile, gracias a vosotros, me iré con mucha pena y más sabia que el mismo rey Salomón”, concluyó su pregón.

Olga, presidenta de la Asociación Amigos de Mingorrubio (organizadora de las fiestas) entregando un ramo de flores a la pregonera.

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