Pedalear hasta una azotea mágica, el nuevo reto solidario del pardeño José Manuel Díaz Palomares
El guardia civil y deportista dio por concluida su etapa de competición en ciclismo de ultrafondo en 2019, pero no sus retos solidarios. Su próxima aventura sobre la bicicleta, la ruta Madrid-Cabo Norte de 4.800km., ha sido la ‘excusa’ perfecta para animar a la gente a aportar su granito de arena en el acondicionamiento de la azotea del Hospital Materno Infantil de Málaga, y convertirla en un jardín “lleno de magia, juego, color y diversión” para los niños hospitalizados, sus familiares y personal sanitario
1º clasificado en las 24 horas de Calafat con 735 kilómetros, en 2015; 1º en Master 45 y 21º en la General de las 12 horas de Almería, en 2016; Subcampeón de la Copa de España de Ultrafondo, en 2017; récord del mundo de 1.000 kilómetros en pista cubierta, en 2019… Estos son solo algunos de los logros conseguidos por el pardeño José Manuel Díaz Palomares, desde que se reencontró con su bicicleta hace 10 años.
En El Pardo, fue su compañera de juego cuando era un niño y, durante su juventud, disfrutaba con ella pedaleando por el monte, junto a sus amigos de toda la vida. No recuerda el parón, pero sí el momento en el que retomó su afición por la bicicleta hace 16 años en Palma de Mallorca, donde se mudó por trabajo. Desde entonces, no se ha bajado y el ciclismo de ultrafondo se ha convertido en su gran pasión.
Desde 2013 hasta hoy, Díaz Palomares ha participado en muchas pruebas en España y en el extranjero, que le han aportado infinita satisfacción y medallas. Pero, entre carrera y carrera, ha tenido tiempo para dar pedaladas solidarias. Aquellas que no tienen como objetivo un trofeo, sino la sonrisa de un niño, el agradecimiento de un enfermo e incluso la gratitud de una persona que lo ha perdido todo.
Hace seis años, comenzó a marcarse retos solidarios sobre la bicicleta, con la finalidad de recaudar fondos para entidades que ayudan a personas necesitadas. Uno de los últimos fue el que hizo en El Pardo, en diciembre de 2020, cuando subió 100 veces la cuesta del Cristo para, por un lado, homenajear a los sanitarios, y, por otro, apoyar la recogida de alimentos que estaba realizando la delegación de Cáritas de nuestro barrio.
El próximo será recaudar dinero para ‘El Valle Encantado’, un proyecto del Hospital Materno Infantil de Málaga que consiste en construir un jardín en su azotea “lleno de magia, juego, color y diversión” para los niños hospitalizados, sus familiares y personal sanitario. (Pincha aquí para ver el vídeo del proyecto). “Conocí esta iniciativa después de que a un amigo de mi hijo le diagnosticaran leucemia. Pregunté a sus padres qué fundación les estaba ayudando y contacté con sus responsables. Se trata de Juegaterapia, una entidad que dona consolas, tablets y videojuegos, procedentes de empresas y particulares, a las áreas pediátricas de hospitales. Su lema es ‘la quimio jugando se pasa volando’”, nos explica.
José Manuel propuso a Juegaterapia aprovechar su próximo reto personal sobre la bicicleta para obtener fondos para este proyecto, y la fundación no dudo en aceptar. Así, el próximo 9 de julio este pardeño comenzará un viaje pedaleando desde Madrid a Cabo Norte (Noruega). Atravesará ocho países y recorrerá 4.800 kilómetros en 25 días de una forma autosuficiente. “Desde hace tiempo, tenía previsto vivir esta experiencia y pensé: ‘¿por qué no ahora y aprovecharla para ayudar’?”, subraya.
¿Cómo podemos aportar nuestro granito de arena?
Díaz Palomares quiere dejar claro que todo lo que se recaude irá a Juegaterapia y que los gastos del viaje saldrán de su bolsillo. “Las donaciones van íntegras al proyecto. El dinero no pasa por mis manos”, recalca.
Todo el que quiera ayudar para hacer realidad ‘El Valle Encantado’ lo puede hacer a través de la web https://www.migranodearena.org/reto/madrid-a-cabo-norte-noruega-en-bicicleta. Desde allí, se hacen los donativos que se aceptan incluso después del viaje. También, se pueden realizar a través de la fundación.
Un desafío personal
José Manuel partirá únicamente con unas alforjas de bici y una mochila, donde meterá dos equipos de ciclismo, ropa de calle y productos de aseo. Confía en que, por el camino, la solidaridad de las personas le dé el empujón que necesita para llegar a su meta. “Ya estoy contactando con españoles que viven en ciudades por las que pasaré, para que me acompañen en tramos o, simplemente, conversen conmigo en mis paradas. Me apetece que sea un tema social, conocer sitios… Mi objetivo, además de ayudar a Juegaterapia, es vivir la experiencia sin la presión que supone una competición. Es mi desafío personal”, añade el deportista. Sin duda, la compañía que esperará con más ganas será la de su pareja, que se unirá a él en Hamburgo hasta el fin del recorrido. “Ella también ha competido en pruebas de ultrafondo. Será un gran apoyo para mí”, comenta.
Así se está preparando
Cuando regresó de Palma de Mallorca, donde vivió y trabajó durante 10 años, se incorporó a su destino laboral: el Servicio Cinológico de la Guardia Civil, ubicado en nuestro barrio. Actualmente, no reside en El Pardo y aprovecha sus trayectos de ida y vuelta al trabajo para entrenarse para la prueba Madrid-Cabo Norte. “He vuelto a entrenar donde lo hacía de joven. Lo hago en función del tiempo que tengo y he bajado la intensidad porque no es una competición. Necesito un cambio mental. No tengo que querer correr. Esta prueba es para el proyecto del hospital malagueño y un desafío personal. Para mí, es un sueño cruzar Europa en bicicleta”, señala.
La medalla más deseada
José Manuel Díaz Palomares dio por terminada su etapa de competición en 2019, pero continuó pedaleando en rutas de aventuras no exentas de dureza, como las SR (pruebas de 600 kilómetros con 10.000 metros de desnivel). En 2022, después de hacer cinco, consiguió llegar a las 10 y, por ello, obtuvo una distinción.
También, el pasado mes de junio, recibió la medalla del 1.000 murciano, después de pedalear unas intensísimas 74 horas y cinco minutos en el Brevet murciano. Durante este tiempo, como él subraya, “tuve que emplear todo lo aprendido en mis años de ciclismo de larga distancia. Supuso una dificultad extrema y fue una competición en toda regla contra el tiempo, la climatología, la orografía y contra mis miedos. Quise intentarlo como colofón a una fase de entender el ciclismo”, concluye.
El reto solidario Madrid-Cabo Norte, en cifras
– Una causa.
– 4.800 kilómetros.
– Ocho países: España, Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Suecia, Finlandia y Noruega.
– 26 ciudades: Madrid, Tejado, Elizondo, Saunag et Muret, Marsac, Luzillé, París, Noyon, Charleroi, Wesel, Vechta, Hamburgo, Rostock, Trellebourg, Almhult, Kisa, Niköping, Estocolmo, Turku, Parkano, Veteli, Oulu, Rovaniemi, Saariselka, Skoganvarre y Nordkapp.
– 25 días.
– Una media de 200km. al día.
– Temperaturas desde los 40ºC hasta menos cero.
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