Las fiestas de El Pardo comienzan con un emotivo homenaje a los mayores y el aplaudido pregón de Maripaz ‘la pollera’
Los pardeños hemos comenzado a disfrutar de nuestras fiestas con mucha energía Después de dos años sin poder celebrarlas por la crisis sanitaria, las esperábamos con ganas. Y se notó ayer por la noche durante los primeros actos que tuvieron lugar en el Parque de la Mar Océana.
La Asociación Vecinal de El Pardo retomó una bonita iniciativa: el homenaje a nuestros mayores. Como hiciera en las últimas fiestas, esta entidad hizo un reconocimiento público a los hombres y mujeres más mayores de El Pardo, otorgando una placa a una de las más queridas de ‘nuestro pueblo’: Isabel Aguado Rodríguez, ‘la lechera’.
La presidenta de la asociación vecinal, Bárbara Mira Fernández, recordó los tiempos en los que atendía detrás de su mostrador, así como su «lado más simpático» y su gran generosidad y corazón. Para nuestra vecina, fue toda una sorpresa, ya que la asociación mantuvo en secreto el nombre de la homenajeada hasta ayer. Isabel subió al escenario sorprendida y emocionada.
Después del homenaje a nuestros mayores, ElPardo.net hizo entrega de los premios del ‘IX Concurso del Cartel de Fiestas’, que organiza desde que se fundó el periódico en 2012. La ganadora del certamen fue Lourdes Masclans Manen y la finalista, Alessandra Pulici. Ambas subieron al escenario para recoger sus regalos, una tablet.
El pregón, el acto más esperado de la noche, comenzó después. Este año, la encargada de dar el pistoletazo de salida a los festejos ha sido Maripaz, la pollera. La pardeña subió al escenario muy nerviosa y comenzó dirigiéndose al público señalando la importancia que tienen loes festejos este año. «Soy muy consciente de lo importante que son estos días que hoy comenzamos, hace dos años que no los vivimos porque un virus nos cambió la vida. Pero, al mismo tiempo- continuó- nos ha enseñado lo valioso que somos los unos para los otros, que en la vida solo son necesarias pocas cosas para ser feliz, la alegría, la música y el calor de unas fiestas compartidas con nuestros amigos y vecinos son suficientes para hacernos dichosos».
A continuación, Maripaz recordó a sus padres, Angelines y Miguel, y mencionó su negocio. «Ella, una pardeña de pro. Nacida el día de San Cayetano aquí, en El Pardo, cuando era un pueblo. Él, que desde el momento en el que se enamoró de mi madre, se enamoró también de este lugar y de sus gentes . En los años 60 abrieron la pollería y, desde entonces, estamos a vuestro servicio».
La pollera no quiso pasar por alto su infancia y adolescencia en El Pardo y, con sus palabras, arrancó aplausos y sonrisas. «Están llenas de buenos recuerdos. Jugando por estas calles, bañándome en el río, perdiéndome en el monte, pidiendo los balones en el torno de las monjas cuando se nos colaban por encima de la tapia ‘Ave María Purísima, venimos a por el balón‘, yendo al colegio, haciendo amigos, disfrutando de mi niñez y adolescencia junto a muchos de vosotros…».
Al hablar de su pollería, Maripaz se emocionó señalando que, a lo largo de los años, han sido innumerables los gestos de afecto y cariño que ha recibido. «He tenido la suerte de conocer hasta cuatro generaciones de una misma familia», dijo. No quiso olvidarse de los vecinos que ya no están por culpa de la pandemia. «Desde aquí, les recuerdo a todos ellos con todo mi cariño. Siempre formarán parte de nuestra historia. Siempre estarán en nuestra memoria», dijo.
Antes de finalizar, la pregonera hizo un llamamiento a las administraciones reclamándoles más servicios públicos. «En los últimos años, los hemos ido perdiendo. Necesitamos estar dotados, igual que cualquier otro barrio. 12 kilómetros nos separan de la Puerta del Sol. Estos han de ser de proximidad, nunca del alejamiento y aislamiento», subrayó. Con estas palabras, Maripaz recibió una gran ovación.
No quiso concluir sin aplaudir el trabajo de las tiendas, bares y restaurantes de El Pardo. «Forman parte de nuestra vida cotidiana. Alegran el día a día, intentando dar respuesta a las necesidades de los vecinos de nuestro pueblo. Gracias por estar ahí, a pesar de las dificultades por las que estamos pasando todos», manifestó. A continuación, mencionó a los nuevos vecinos que han ido llegando al barrio y subrayó la importancia de la diversidad. «En ello está la riqueza de la vida. Nuevos pensamientos, nuevas maneras, nuevas formas de entender el futuro. Para ser libres hay que respetar la diferencia».
Después de un gran aplauso por parte de los asistentes, Maripaz animó a todo el público a disfrutar de las fiestas y no pudo terminar su pregón de otra manera que con su ya famoso «y qué mássssssssssssssssssss».
¡Felices fiestas vecinos!
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