Saturnina, la mujer más mayor de El Pardo, protagonista de un proyecto fotográfico
Desde hace más de 15 años, el norteamericano Charles Ragsdale no ha parado de hacer fotografías. Hace poco, decidió dejar su trabajo y apostar por su sueño: ser fotógrafo profesional. Camino de serlo, ha puesto en marcha su proyecto ‘Generaciones’, en el que los protagonistas son españoles mayores de 105 años y sus descendientes más jóvenes. La vecina de El Pardo Saturnina y su bisnieta Sandra son dos de las personas retratadas. ¿Por qué las eligió? ¿Cómo fue la sesión fotográfica? Nos lo cuenta en esta entrevista:
– ¿En qué cosiste su proyecto fotográfico ‘Generaciones’? En hacer retratos de españoles mayores de 105 años con su descendiente más joven.
– ¿Cómo surgió la idea? Fue por una casualidad. En el perfil de Facebook de un amigo (compañero del curso anual de fotografía de Cobertura Photo en Sevilla) vi un álbum de fotos del 105º cumpleaños de su abuela. Quedé fascinado por ella, su estado de salud y ánimo, y supe que era la mujer más mayor de Sevilla. Empecé a pensar en hacerle un retrato y, después de ver el trabajo de otros fotógrafos sobre gente muy mayor, decidí hacer algo diferente. Pensé que lo más impactante sería mostrarle con su descendiente más joven.
– ¿Qué objetivo busca con ‘Generaciones’? Rendir homenaje a la gente más longeva de España, y comunicar la historia viva y el regalo de la vida que une la humanidad. Un ser humano vive, como mucho, poco más de cien años, pero, como especie, sobrevivimos miles de años por el traspaso del fuego de la vida de una generación a otra.
– ¿Cómo conoció a Saturnina? Descubrí que vive en El Pardo y, con la ayuda de ElPardo.net, le mandé un mensaje a uno de sus nietos en el que le expliqué el proyecto y le pedí permiso para visitarla.
– ¿Cómo fue la sesión fotográfica con ella y su familia? Acudí a fotografiarla el 24 de julio. La sesión fue muy especial. Saturnina está estupenda. Me quedé sorprendido de su buen estado de salud. Habla y oye bien, se levanta sin ayuda, está al tanto de todo, quiere mucho a su perro Turco…. No había prisa por hacer el trabajo. Me recibieron como parte de la familia y lo pasé bien conversando con todos. Emi, el nieto de Saturnina, es un tipo majo y su hija Sandra, la bisnieta de Saturnina, tiene 4 años y es preciosa.
– ¿Qué recuerdo se va a llevar la familia de su trabajo? Para empezar, espero que tenga un recuerdo de mí como buena gente, como persona que fue a su casa con el corazón abierto. Aparte de eso, les he mandado dos ampliaciones con enmarcación, una de Saturnina y Sandra, y otra de la familia.
– ¿Es la única persona fotografiada de Madrid? Hubo una señora más de Madrid que participó, Inocencia Zafio Cajal, que vive en Aranjuez y tiene 106 años.
– Vino a El Pardo a fotografiar a Saturnina, ¿qué le pareció el barrio? Muy bonito, con mucho espacio verde y ambiente de tranquilidad. No sabía que había zonas de Madrid así.
– ¿Vendría a El Pardo a hacer fotografías? ¿Dónde? Sí. No sé dónde, a lo mejor por el río, o alguna plaza. Más bien, sé cuándo. Si estoy haciendo fotos fuera, al aire libre, me gusta hacerlas durante el amanecer o en la puesta de sol. Es cuando la luz me interesa más.
– Hará una exposición del trabajo, ¿será itinerante? ¿Podremos verla en El Pardo? Sí, la exposición será itinerante. Se inaugurará en otoño en Sevilla o en Avilés. Después, la idea es pasar por varias partes del país donde he fotografiado a gente, incluyendo Barcelona, Santa Cruz de Tenerife, Madrid y algún pueblo.
– Hábleme de su carrera profesional. Soy licenciado en Estudios Internacionales y Filología Hispánica por la Universidad de Chicago, y he realizado un Master en Relaciones Internacionales y Economía en la Universidad de Johns Hopkins. He trabajado en oficinas, en un banco, como agente inmobiliario, también como profesor de inglés, pero mi gran pasión siempre ha sido la fotografía. Desde hace más de 15 años, no he parado de hacer fotos, pero nunca tuve el coraje de apostar todo por un sueño y hacer el salto a ser un fotógrafo profesional.
El año pasado, después de que un par de amigos míos, que son fotógrafos profesionales, me dijeran que algo había en mis fotos, empecé a pensar que a lo mejor era posible. Decidí cumplir dos sueños a la vez: volver a vivir en Sevilla a largo plazo (hice un año de intercambio aquí en 2000-2001) y dedicarme cien por cien a la fotografía. Decidí apuntarme al curso anual de fotografía de Cobertura Photo, porque nunca tuve formación profesional en la fotografía. Pensé que, aparte de llenar huecos en mis conocimientos, el curso podría servir como puente para conocer a la comunidad de fotógrafos y artistas de Sevilla y otras partes. Tengo que dar un agradecimiento sincero a los dos profesores del curso, Alberto Rojas (http://www.coberturaphoto.com/es/alberto-rojas/) y Valentín Luján (http://www.coberturaphoto.com/es/valentin-lujan/). Son grandes profesionales de la fotografía, y profesores con una capacidad didáctica tremenda.
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