Emotiva despedida a las monjitas de El Pardo
Más de 200 personas acudieron el sábado 14 de noviembre al acto homenaje que se le hizo a las monjitas de El Pardo, sor Magdalena, sor María Jesús, sor Milagros y sor Inmaculada (las dos últimas dejaron el convento hace unos meses), por iniciativa de un grupo de pardeños.
Comenzó con una misa en la capilla de su convento, que fue oficiada por el padre Eguido, quien estuvo acompañado por el fraile Gregorio, don Serafín, los sacerdotes pardeños Nacho Sánchez Gurrucharri y Pedro Santi, y los curas de la Iglesia Virgen del Carmen José María y Marc.
A la ceremonia acudieron familiares de las monjas, además de vecinos pardeños. En el caso de los hermanos y sobrinos de sor María Jesús, se sentaron junto a ella en la capilla. Sor Magdalena siguió la misa desde el coro, aunque bajó para dar las gracias y hacer una petición. «Te damos gracias Señor por los años que nos has permitido estar a tu servicio en comunión con este pueblo de El Pardo. Por nuestras hermanas que nos han precedido y por nuestras hermanas mártires de esta comunidad, para que su ejemplo nos sirva para unirnos más a ti y servirte en nuestros hermanos»
La homilía del padre Eguido fue muy emotiva. Recordó la labor que han hecho las RR.MM. Concepcionistas Franciscanas desde que llegaron a El Pardo en 1859.
Las palabras de sor Magdalena
Cuando sor Magdalena volvió a tomar la palabra muchos asistentes se emocionaron y no pudieron reprimir sus lágrimas. «Queridos amigos de El Pardo, como dice Jesús en el Evangelio, después de haber vivido 45 años en este convento sólo puedo llamaros ‘amigos’. Cuando apenas tenía 14 años, ingresé en este monasterio de clausura. Yo conocía la existencia de este convento porque mi tía sor Asunción era religiosa en él. Cuando sentí la llamada de Dios no dudé en retirarme a esta clausura de este monasterio. Durante muchos años he convivido con muchos de vosotros y hemos conocido a montones de niños de El Pardo. Poco a poco he ido viendo cómo nuestras hermanas, una a una, se han ido marchando a descansar a la casa del Padre y, solamente, sor María Jesús y yo cerramos las puertas de este convento fundado por la reina Isabel II en el siglo XIX. Gracias a El Pardo entero por vuestro cariño y cercanía. Gracias por este bonito acto de despedida. No os olvidéis que allí donde estemos pediremos por vosotros». (Pinchando aquí puedes ver el vídeo de las palabras de sor Magdalena)
La voz de los pardeños
El llanto tampoco lo pudieron retener muchos aistentes al escuchar las palabras de una pardeña, que habló en nombre de todos. «Con más pena que gloria se cierra el convento. Cuánto las vamos a echar de menos. Aún recordamos el bullicio de los niños a la salida y entrada del colegio. Los padres se los confiábamos con seguridad en sus manos pacientes. Recordamos cuando llamábamos al torno, comprábamos huevos o les pedíamos arreglos de ropa. Saberlas cerca nos llenaba de seguridad. Han sido nuestros ángeles custodios«
Las reliquias de sor Inés y sor María del Carmen
Finalizada la misa, se repartió reliquias de sor Inés y sor María del Carmen por deseo de las monjitas que se van. «Han querido que los pardeños tengamos un recuerdo suyo. Lo que se ha entregado ha sido tierra con la que se enterró a estas monjas que serán beatificadas el año que viene«, nos explica una de las organizadoras del homenaje.
Sor Inés y sor María de Carmen eran dos monjas del convento pardeño que fueron asesinadas durante la Guerra Civil. Huyeron de El Pardo y se refugiaron en Madrid con unos familiares. A los pocos días fueron descubiertas y asesinadas. Transcurrido un tiempo, sor Dolores, también religiosa de El Pardo, localizó sus cuerpos y los trajo a enterrar al convento pardeño. Aquí han estado hasta que fueron exhumados hace unos meses.
Una sorpresa que vale más que mil palabras
Después de la ceremonia religiosa, los asistentes acudieron al colegio de las monjitas. Allí las saludaron y vieron un emotivo vídeo, realizado gracias a la colaboración de muchas personas que cedieron fotografías y vídeos. «Ha sido una proyección muy bonita. Más de uno hemos llorado. Nos hemos visto de pequeños e incluso a nuestros padres y abuelos cuando iban al colegio. No nos lo esperábamos y las monjitas tampoco. Ellas se han emocionado mucho. Ha sido un gesto magnífico que han tenido los organizadores del homenaje», nos comenta una joven pardeña.
Finalizada la proyección, se hizo entrega a las religiosas de medallas del Cristo de El Pardo, tanto para ellas como para las monjas que hace unos meses dejaron el convento.
Sin duda, este homenaje ha sido un gesto precioso. Ni sor Magdalena ni sor María Jesús lo olvidarán, como tampoco olvidarán los años que han vivido en El Pardo.
Sor María Jesús nos recordará desde Blasco de Garay y sor Magdalena desde Toledo, donde serán enviadas por elección propia.