200 personas se convirtieron en soldados por un día en el Acuartelamiento Zarco del Valle de El Pardo
En sus 75 años de historia, al acuartelamiento Zarco del Valle de El Pardo sólo habían tenido acceso los trabajadores y, en alguna ocasión contada, sus familiares. Pero el viernes 21 de junio sus puertas se abrieron de par en par a todo el que quiso conocer la labor que allí se desarrolla, así como su historia y personal.
En total, acudieron 200 adultos y niños quienes, gracias a la explicación de varios guías, no sólo conocieron el trabajo que realizan las cinco unidades que integran el acuartelamiento (Regimiento de Guerra Electrónica nº 31, Unidad de Transmisiones del Mando de Artillería Antiaérea, Parque y Centro de Mantenimiento de Material de Transmisiones, Parque y Centro de Mantenimiento de Sistemas de Hardware y Software y Unidad de Servicios del Acuartelamiento Zarco del Valle), sino que, además, tuvieron la oportunidad de probar y tocar. Entre otras cosas, pudieron entrenarse con un simulador de carro de combate, probar su puntería en una galería de tiro de aire comprimido, subirse al RG31 y al BMR e incluso tomar contacto con las estaciones Ceuta y Rioja a tiempo real. Todo ello, bajo la dirección y cuidado de los soldados del acuartelamiento. “La seguridad está garantizada. Hay un soldado por niño”, nos dijeron en la galería de tiro de aire comprimido.
Tanto allí como en el aula del simulador fue donde mejor se lo pasaron los pequeños. En estos lugares tuvieron el mando y fueron privilegiados, porque la de El Pardo es una de las 17 aulas que hay en España. “Estos simuladores los tienen las unidades para entrenar. En el Parque y Centro de Mantenimiento de Sistemas de Hardware y Software se mantienen, revisan y se arreglan cuando se estropean. Somos la unidad de software más joven del país y llevamos aquí desde que se creó, hace 7 años”, nos explicaron.
En la jornada de puertas abiertas, los visitantes también se subieron a los vehículos tácticos de traslado de personal y equipos y comprobaron qué función tienen los vehículos Grúa y Vémpar. Asimismo, se les abrió el museo del Parque de Transmisiones para que el comandante Pesquero, impulsor de su creación y, además, pardeño, les explicara cada uno de los aparatos que protegen las vitrinas de este lugar lleno de historia.
El taller de grupos electrógenos fue otra de las paradas. Allí se arreglan los grupos electrógenos que permiten a los equipos del Ejército ser autónomos. Un poco más adelante estaba estacionado el SOTA, un vehículo que en la actualidad se encuentra en zona de operaciones, concretamente en Afganistán. “Aquí lo dotamos de medidas de seguridad (inhibidores) y de comunicación. En un año pasan por este lugar unos 50”, nos explicaron.
Antes de la exhibición de los perros adiestrados por el Servicio Cinológico de la Guardia Civil, los visitantes del acuartelamiento Zarco del Valle también tuvieron la ocasión de ver una exposición de 20 fotografías que inmortalizan diferentes momentos que ha vivido este lugar desde 1955 a 1960. Así, pudieron comprobar cómo era una jura de bandera durante esos años, cómo fue el relevo de mando de 1959, la forma en la que se trabajaba en el laboratorio de radio o las actividades que se organizaban el día de San Fernando.
Antes de concluir la jornada, los asistentes escucharon a la Unidad de Música de la DIACU y presenciaron un acto militar, en el que se recordó a los caídos.
El viernes fue la primera vez que se organizó la jornada de puertas abiertas en el Acuartelamiento Zarco del Valle, y no cabe duda de que fue un éxito. No sólo por el número elevado de visitantes, sino también por la cara de satisfacción de los mismos. Se desconoce si el próximo año se celebrará una nueva edición. Si fuera así, ningún pardeño debería perderse la oportunidad de ver este acuartelamiento vecino y conocer la labor y cometidos que desempeñan las unidades del Ejército español.