El Monte de El Pardo, paraíso de ciclistas en Madrid
Curvas peraltadas, saltos, descensos, subidas, bajadas, bañeras… El Monte de El Pardo está lleno de estos elementos geográficos que le ha convertido en el paraíso de los ciclistas. No hay amante de la bicicleta que no haya puesto a prueba sus ruedas en esta enorme zona boscosa. A diario y, sobre todo, los fines de semana los cientos de senderos que hay en el Monte de El Pardo son recorridos por estos deportistas que buscan descargar adrenalina y pasar una jornada divertida. También los hay que los transitan para llegar a los pueblos de la Sierra de Madrid. Y es que algunos caminos del monte llegan hasta Tres Cantos, Colmenar Viejo y Hoyo de Manzanares, entre otras localidades.
El suelo arcilloso-arenoso del terreno hace muy viable esta práctica deportiva. No obstante, el monte también sorprende con zonas embarradas, trampas de arena, vegetación abundante, tramos de raíces y curvas cerradas que son verdaderas gozadas para los ciclistas más experimentados. Ellos conocen de sobra el ‘Rompepiernas’, ese camino de un kilómetro repleto de subidas y bajadas.
Pero no todo es velocidad, las rutas que se pueden hacer en el Monte de El Pardo son idóneas para hacer una parada y contemplar no sólo la naturaleza, también la ciudad de Madrid. Y es que muchos senderos llevan a miradores desde los que se ven, por ejemplo, las cuatro torres de la Castellana. También hay merenderos para reponer fuerzas.
La valla que rodea el Monte de El Pardo impide a los ciclistas adentrarse al núcleo del pulmón de Madrid. Pero sí les permite disfrutar de sus habitantes; gamos, ciervos, jabalíes, conejos…
Los que acuden por primera vez con su bici al Monte de El Pardo coinciden en que supera sus expectativas. No dudan en animar a todo el mundo a pedalear una mañana, una tarde o un día entero por sus senderos.