Cristo de El Pardo: El milagro de 1808
Los sucesos de 1808 obligaron a los religiosos del Convento del Cristo de El Pardo a huir de allí, dejando bajo su techo la imagen del Santo Cristo y más de 500 cuadros que habían sido donados por reyes.
Estos últimos corrieron peor suerte que la escultura, la cual apareció intacta tras los trágicos acontecimientos de ese año. Según varios escritos, el Cristo de El Pardo sobrevivió a la devastación provocada por los franceses gracias a los religiosos, quienes lo escondieron en un rincón de la iglesia, a los habitantes de El Pardo y a la intervención divina. El edificio, por el contrario, fue derruido. Varios años después Fernando VII ordenó a su arquitecto Isidro González Velázquez levantarlo y así se hizo entre 1830 y 1833.